sábado, 26 de enero de 2013

La Familia Ante los Retos de Hoy






 
                                              
 

La familia es un sistema vivo en constante evolución que a su vez genera crisis y estadios de transición. Se mueve entre dos polos, la seguridad de  lo conocido y la experiencia del cambio frente a la adaptación a los nuevos procesos que condicionan su modificación.
Durante su ciclo vital debe crecer y madurar, es decir, a través de sus procesos la familia se va enriqueciendo mediante la formulación de pautas funcionales y de autonomía, que permitan el aprendizaje y desarrollo de cada uno de sus miembros a nivel individual; y como parte integral del sistema en armonía, amor y equilibrio dentro de sus distintas culturas y creencias.
La familia dominicana se encuentra en constante transformación, no solo por el aspecto cultural; sino también por los procesos adaptativos producto de los retos que se ha visto obligada a enfrentar con las crisis económicas y sociales. En la actualidad, la falta de valores, como el respeto y la tolerancia, el predominio del control y el poder han sustituido la afectividad como fuente de humanización de los individuos, colocando a la familia en una situación de vulnerabilidad que refleja el estado general en que se encuentra la sociedad.
Debemos tener como meta fomentar en nuestros hijos e hijas una comunicación asertiva, capaz de transmitir las emociones de manera adecuada, sin ira, sin culpas, sin manipulación y sin violencia. Su reproducción ocurre cuando modelamos como padres las pautas de violencia que posteriormente se perpetúan con las generaciones siguientes, pues nuestra práctica enseña lo que ellos serán después.  Por tal razón se hace necesario un cambio de actitud frente a la violencia que desproporcionadamente ataca nuestras mujeres y niños de una forma desgarradora. Estamos desbordados con medios de comunicación que muestran lo peor que se puede tener como ser humano la falta de valor por la vida. Urge el continuar trabajando de manera incansable por sembrar en nuestros hijos e hijas una cultura de paz y de respeto por la vida.
La familia, como base de nuestra sociedad debe tener en cuenta estos retos para asumirlos con responsabilidad y firmeza, fortaleciendo los lazos de amor y protección y fomentando la cercanía con nuestros seres queridos.
Es tiempo de dirigir con conciencia, de brindar amor y mostrar solidaridad, sin importar el lugar en que estemos o las limitaciones que podamos tener debemos aunar esfuerzos por producir en el entorno que nos toque un cambio social mediante un cambio de actitud personal que trace la pauta de una nueva generación sensible y dispuesta a combatir sus males de manera directa y activa. Si sumamos nuestros pequeños granos de arena se puede sostener un mar de humanidad.
Dra. Patricia Reyna
Terapeuta Familiar y de Parejas
Centro Vida y Familia Ana Simó
Twitter: @PatriciaReyna

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