La Fobia Social es un temor intenso y persistente a
una o más situaciones sociales o actuaciones en público en las que nos
vemos expuestos a personas que no pertenecen a nuestro ámbito familiar o
a la posible evaluación por parte de los demás. Tememos mostrar
síntomas de ansiedad, angustia o miedo. Percibimos esto como humillante o
vergonzoso.
Las situaciones que comúnmente causan más Fobias
Sociales son: hablar o comer en público, asistir a reuniones sociales,
dar clases, dar exposiciones, aparecer en televisión o en espectáculos
públicos, asistir a una cita amorosa, mirar directamente a los ojos,
miedo a vomitar en público, entre otras.
No creas que alguien que padezca de Fobia Social no
lo reconozca, muy al contrario, está consciente de que este miedo es
excesivo e irracional pero no puede controlarlo. Las personas que sufren
de este tipo de Fobias, evitan a toda costa las situaciones que se las
provocan, soportan a costa de una intensa ansiedad, angustia o malestar.
Esta fobia interfiere marcadamente con la rutina normal de la persona,
con las relaciones laborales (o académicas), familiares o sociales.
Lo más peligroso de este trastorno es que en ocasiones viene acompañada de Depresión y/o de abuso de sustancias.
Aunque este trastorno frecuentemente se confunde con
timidez, no son lo mismo. Las personas tímidas pueden sentirse muy
incómodas cuando están con otras personas, pero no experimentan la
extrema ansiedad al anticipar una situación social y no necesariamente
evitan circunstancias que las hagan sentirse cohibidas. En cambio, las
personas con Fobia Social no necesariamente son tímidas, pueden sentirse
totalmente cómodas con otras personas la mayor parte del tiempo, pero
en situaciones especiales, donde se puedan sentir evaluados, pueden
sentir intensa ansiedad.
La Fobia Social trastorna la vida normal,
interfiriendo con una carrera o con una relación interpersonal. Por
ejemplo: un empleado puede dejar de aceptar un ascenso en su trabajo por
no poder hacer presentaciones en público. Estas personas experimentan
una gran aprensión antes de enfrentarse a la situación que temen y harán
todo lo posible para evitarla. Aún cuando puedan enfrentarse a lo que
temen, generalmente sienten gran ansiedad o angustia desde antes y están
muy incómodas todo el tiempo. Posteriormente, las sensaciones
desagradables pueden continuar con la preocupación de haber sido
juzgados o con lo que los demás hayan pensado u observado respecto a
ellos.
Si te sientes identificado con algunos de estos
síntomas es importante que busques ayuda profesional, eso evitará que la
ansiedad se incremente y se generalice llegando a afectar otras áreas
de tu vida.